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RENDA ANGIEL Baile argentino que se exporta a China La compañía de danza aérea se presentó en Shenyang. Bailaron sobre un edificio de 18 metros de altura, colgados de arneses. Los chinos se quedaron sorprendidos. Por Analía Melgar 12/10/12 - 11:50 En escena. La coreógrafa llevó a Shenyang su arte de danza aérea e impresionó al público, que no cesaba de fotografiar a los bailarines. Brenda Angiel es la coreógrafa argentina referente de la danza aérea. Su estilo de trabajo combina movimientos coreografiados a partir de las posibilidades físicas que logran los bailarines suspendidos en el aire. La técnica utiliza arneses y sogas, de las que los intérpretes cuelgan atados desde sus torsos, muñecas, manos, tobillos o pies; a menudo, rebotan contra una pared, desde la que se impulsan para ganar envión y lograr proezas. Las obras de Angiel han transitado numerosos escenarios de nuestro país e internacionales. Esta vez el destino llevó a su compañía de bailarines acróbatas hasta China, donde fueron contratados, del 28 al 30 de septiembre, para inaugurar el Heng Lung Plaza Forum 66, un centro cultural y comercial en la ciudad de Shenyang, mostrando el espectáculo Air condition. Aquí la coreógrafa cuenta los detalles de esta experiencia compartida con ocho integrantes de su grupo y repasa su trayectoria, en la que se incluyen colaboraciones tanto con el Gobierno nacional como con el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. —¿Cómo sucedió el contacto con China y en qué consistió el contrato? —Me convocó un productor teatral después de conocernos por la página web. Desde hace varios años me viene siguiendo y finalmente pudimos concretar para esta ocasión, en la que viajamos con un contrato que incluyó transporte, hospedaje, comida y cachet. —Más allá de sus honorarios, ¿cómo resolvieron la obtención del “pocket money” en moneda extranjera desde la Argentina? —Personalmente pude cambiar algunos dólares. —En relación con el viaje en avión y el cambio de horario, ¿cómo fue la adaptación corporal? —El viaje duró 36 horas. Es muy cansador. Al final ya casi ni sentía las piernas... Luego, a la llegada, es difícil adaptarse al cambio de horario: son 11 horas de diferencia; obviamente pasé algunas noches en vela. Después de cuatro días todos nos fuimos adaptando medianamente. Pero como en todo montaje el tiempo es corto, y hay que sacar el espectáculo adelante, no existe el tiempo de adaptación que los cuerpos requieren. —¿Cuál es la percepción de la experiencia que han vivido? ¿Cómo vieron la reacción del público? —Para la inauguración de este centro comercial y cultural en Shenyang hicimos partes del espectáculo Air condition. Lo diferente para nosotros fue que lo bailamos en la fachada del edificio, que era de 18 metros de altura. Esta obra generalmente la presentamos en teatros y se realiza a pocos metros del piso. Mantuvimos las partes de la pared con todas las proyecciones interactivas del espectáculo. Realizamos seis funciones, con acceso libre y gratuito. Quedaron muy contentos con nosotros: mucha gente del público se me acercó para comentar y felicitar, pero lamentablemente casi nadie habla inglés, así que la barrera en la comunicación oral era muy grande. Como anécdota, luego de terminada una función nos pidieron a los bailarines y a mí que nos quedáramos con el público, para que pudieran sacarnos fotos. Entonces en un momento quedamos todos rodeados por ellos: no nos hablaban, pero nos observaban y algunos sacaban fotos, y se quedaban así, mirándonos… perfil