,,,,,-------------------------------------- ll imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;">BY Claudio Mirabella,Italia..
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sábado, 4 de mayo de 2013

eunice y garmendia

RODRIGO GARMENDIA Y EUNICE CASTRO PRESENTAN EL MUSICAL EL ÚLTIMO TANGO VIERNES, SÁBADOS Y DOMINGOS EN EL TEATRO ALIANZA. Reencuentro con teatro y baile Eunice Castro pensó que no iba a poder volver a bailar en toda su vida. Sin embargo, el llamado de Álvaro Ahunchain para convocarla a hacer El Último Tango la invitó a desafiar sus problemas de columna y animarse a hacer las coreografías más arriesgadas. VIDEO TEMAS Eunice Castro - Rodrigo Garmendia - El último tango Pablo Cayafa. Fotos: Daniel Ayala Tenía ganas de volver a hacer teatro en su país, y este espectáculo la convencía por permitirle mostrarse en su faceta de bailarina. No está sola: la obra es protagonizada por el talentoso Rodrigo Garmendia que hace gala del virtuosismo en la danza a lo largo de toda la obra. La dupla que deja boquiabierto al público revela los secretos detrás del gran éxito del Teatro Alianza. GABRIEL.- ¿Qué me sugerís para evitar un nuevo fracaso? NOVIA.- No sé. Metele música. GABRIEL.- ¿Qué tipo de música? NOVIA.- ¿De qué trata la obra? GABRIEL.- De la muerte. NOVIA.- Tango. Gabriel tiene que lidiar con las seis mujeres que conforman su vida. Cada una le implica un rol diferente: lo convierten en novio, empleado, ex esposo, amante, padre e hijo; y en cada interacción siempre hay lugar para desplegar una exigente coreografía tanguera. La obra avanza entre breves diálogos y pasos de baile que funcionan de manera dinámica. Rápido. Sin dejar respirar al público. Eso sí, todo se detiene cuando la séptima mujer aparece en escena. Rodrigo Garmendia es Gabriel. Eunice Castro, la muerte. "Cuando me lo propusieron, dije `ay, no sé si quiero ser la muerte`. Me daba miedo, lo re pensé. Pero el tema estuvo en cómo Álvaro (Ahunchain) encaró la muerte dentro de la obra. Eso fue lo que me compró. Es una muerte personificada como una mujer que enamora y a la que no se le ve maldad", describe Eunice. Ella se sorprendió cuando recibió el llamado del director para convocarla. Es que entiende que el mundo del teatro la juzga bajo el "estereotipo" de la televisión. Si bien hoy es la estrella de La Tele, conocida como conductora y previamente como modelo, advierte que empezó su carrera artística como bailarina, aunque mucha gente no lo tenga en cuenta. "Te ponen como `la chica de la televisión o del Bailando`. Pero te dan ganas de decir `pará, yo hice una carrera`". Rodrigo Garmendia ratifica la existencia del prejuicio sobre quienes vienen del mundo televisivo: "Lo hay, los 100% teatreros lo tienen. No es mi caso ni el de Álvaro, que le encanta desafiar esas cosas. El preconcepto tiene que ver con lo comercial". En el caso de El Último Tango, Rodrigo indica que logra combinar tanto lo "artístico" como lo "comercial": "Tiene los dos componentes, y Eunice agrega un plus desde todo punto de vista: no sólo porque es muy buena bailando, sino porque le aporta mucho el hecho de que sea una figura muy conocida por el público. Cuando entra a escena, sentís el murmullo de la gente que comenta. Es buenísimo generar eso arriba del escenario". Eunice no quería volver a hacer una comedia sino una obra que la mostrara como una artista integral, y con una cláusula no menor: lo quería hacer en Uruguay. "Está bueno poder demostrar en lo que trabajé durante tantos años y que sea en mi país. Me preguntaba por qué no podía hacer una comedia musical acá. No canto pero quiero ser actriz, aprendo sobre eso, y fui bailarina toda mi vida". Rodrigo la interrumpe: "Sos bailarina", y añade: "Uno cuando ve el resultado se da cuenta de que no es `una modelo haciendo de…` sino una bailarina profesional. Hay cuestiones técnicas, y en la forma de trabajar en donde eso se nota". La morocha no solamente se volvió a encontrar con el teatro después de hacer Shangay (2011) sino a enfrentar el desafío de exigirse a realizar complejos pasos y trucos de baile tras serios problemas de columna. "Me enfermé de la espalda hace dos años, y me deprimí porque pensé que no iba a poder bailar nunca más en mi vida. Increíblemente lo estoy haciendo y no me duele. Pero el problema lo sigo teniendo, así que me preocupaba no poder volver a mostrarme así sobre el escenario", expresa Eunice dejando escuchar su pesar en el tono de voz. Más allá de la exigencia física y mental del libreto, los ensayos duraron apenas mes y medio. "Para un musical fue poco", evalúa Eunice. "Volví a bailar a lo bestia, de golpe. Pero tenía muchas ganas de responderles bien a todos, sobre todo al director. Costó dolores y cansancio". Para volver a las tablas, a Eunice la sedujeron la propuesta, el director, y trabajar con Rodrigo Garmendia, un artista que admira. "Yo descubrí en él además de un gran profesional, un hombre muy generoso sobre el escenario. Eso es muy valioso y difícil de encontrar porque a veces entre los artistas existe el egoísmo. Me encanta trabajar con él, ojalá se repita", afirma Eunice, elogiosa. Su compañero le devuelve la cortesía: "Ella es muy humilde, súper ubicada, y hace un muy lindo trabajo". La sinergia entre ambos la tienen que poner explícitamente en práctica en uno de los momentos culminantes del espectáculo: el extenso beso entre los protagonistas. "Lo ensayamos en los últimos días, y lo tuvimos que hacer en escena con su pareja entre el público", recuerda una risueña Eunice. "Lo hablamos, y me dijo que estaba todo bien. Después nos tomábamos el pelo mutuamente". Es que para una obra en la que el más mínimo error de un actor puede comprometer seriamente al compañero sobre el escenario, la química en el elenco se convierte en un condimento crucial para que todo funcione bien. "Hay un compromiso literal, que va más allá del trato humano. Yo la levanto y tengo que cuidarla de verdad para que no se caiga", explica Rodrigo. En la función del 21 de abril, por ejemplo, Eunice no logró darle el impulso suficiente a Rodrigo para un truco coreográfico y no salió como a ellos les hubiese gustado. "El público no lo notó; sólo que en vez de hacerlo de una, costó un poco más", argumenta el actor. Sin embargo, Eunice evoca su época en la que trabajaba con Aníbal Pachano y justifica: "En Varieté, una vez el bailarín me levantó, me tiró para atrás y caí completamente al piso. Cuando tenés tantas funciones seguidas y con trucos tan complicados es normal que pasen esas cosas. ¡Pero ojalá que no se repita! (risas)". La buena relación es una premisa que trasladan al resto del elenco. "Le pusimos humor al trabajo hasta en las malas, cuando eran las tres de la mañana, que ya no podíamos más, y había que cambiar una escena. La remamos y nos divertimos incluso en esos momentos", detalla Rodrigo. El artista asegura que cuando ocurren roces dentro del elenco, "el producto siempre se ve afectado por la mala onda que hay detrás". Y desarrolla: "Se nota mucho cuando uno interactúa sobre el escenario con alguien con el que no se habla debajo. Es tremendo". Eunice, en cambio, no recuerda haber tenido problemas con personas de su propio elenco, pero sí de ser testigo de malos tragos cuando se peleaban dos compañeros. "Es espantoso. Lo he vivido y es horrible, muy tenso. Por más profesional que uno sea y no lo quiera demostrar sobre el escenario, se nota", advierte. Y Rodrigo concluye: "Al rascar, siempre detrás de un éxito hay un elenco alucinante que se divierte y ama el proyecto. No creo que se pueda hacer un éxito en el que estén todos peleados. No es posible". En la pantalla. Eunice despliega sus virtudes para la danza y la actuación en El Último Tango mientras demuestra su simpatía al frente de Verano Perfecto. "Que me llamaran de Contenidos TV fue un halago. Es trabajar con gente súper profesional. Además, con Fede (Buysan) y Patricia (Wolf) logramos congeniar un gran equipo", expresa la conductora. No obstante, señala que no se imagina en ese formato por muchos años más. "Esto era por unos meses, después nos fue bien y seguimos todo el año. Me encanta lo que hacemos pero más adelante me gustaría crecer como artista y hacer otra cosa. Quisiera hacer otro tipo de programa, con más show". La multifacética artista fue convocada en 2010 para tomar el timón de Décadas, el mega show que celebró los 50 años de Teledoce. El ciclo fue promocionado durante dos años, pero cambios internos hicieron que finalmente se optara por otra dupla. "Me sorprendió. Hubo un cambio sobre lo que habían pensado para el programa, entonces me pareció válido que cambiaran también los conductores", memora. Y confiesa: "Lo hablé con el productor del canal. Necesité que me lo explicaran, y me lo merecía porque el programa apareció dos años con mi nombre. Cuando está la imagen de uno, está en el derecho de pedir una explicación y de que sea válida. Pero por algo pasan las cosas". TALENTOS EN ESCENA El elenco lo completan Gabriela Barboza, Eugenia Malcon, Natalia Luraschi, Cecilia Condon, Carolina Favier y Julieta Ahunchain. El espectáculo está bajo la dirección de Álvaro Ahunchain, a quien los protagonistas no se cansan de elogiar. Vota por esta noticia: 0 votos Comentarios 0 ImprimirA + A - NOTICIAS DE HOY

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