,,,,,-------------------------------------- ll imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;">BY Claudio Mirabella,Italia..
con il Patrocinio del Comune di Salsomaggiore. A hora Palazzina Liberty,Palazzina Liberty
herrera y legazcue
palazzina by linda farrow uk
by tv trip
regina milano italy........................ actualidad y medios

martes, 3 de abril de 2012

DANZA Amores turbulentos en danza de pasión Crítica. “Carmen” Muy buena puesta del Ballet del Colón, con coreografía de Mauricio Wairot. Se lució Silvina Perillo. 02.04.2012 | Por Laura Falcoff lfalcoff@clarin.com PODRIA INTERESARTE Danza ballet Teatro Colón Lidia Segni El Ballet del Teatro Colón, que dirige Lidia Segni, comenzó su temporada ante una sala colmada de público y con un título de estreno: Carmen , del coreógrafo argentino Mauricio Wainrot, director además de la otra compañía oficial porteña, el Ballet Contemporáneo del San Martín. Wainrot creó esta obra en 2007 para el Royal Ballet de Winnipeg, pero este montaje es sólo parcialmente similar a aquél: conservó muchos elementos tales como la escenografía, el vestuario y el guión, pero acortó la duración y cambió la música, y por lo tanto modificó también partes de la coreografía. Esta Carmen recupera el personaje de la célebre novela de Prosper Mérimée (1847) que tuvo una traducción aún más célebre a la ópera (1875), cuya música fue escrita por Georges Bizet. De la historia de esa pasional gitana muchos coreógrafos hicieron sus propias lecturas y Mauricio Wainrot no ha quedado ajeno a la fascinación que ejerce el personaje de Carmen con todas sus implicancias. Su guión sigue la historia de los amores turbulentos que agitan a los personajes de la novela: fundamentalmente la gitana Carmen, su enamorado, el militar Don José, y el torero Escamillo. Pero el coreógrafo suma otros dos: la inocente Micaela, novia de Don José -aunque este personaje sí fue agregado por los libretistas de la ópera para ofrecer un contraste vocal y de carácter con Carmen-, y el Destino, que va conduciendo, anticipando e interviniendo en los rumbos que toman estos personajes. La estructura de la obra alterna las situaciones íntimas con las escenas colectivas, con un muy interesante uso del espacio que se enmarca en la austera y pura escenografía de Carlos Gallardo, autor también del bello vestuario. Por otra parte, el coreógrafo utiliza un lenguaje neoclásico que incluso homenajea afectuosamente al ballet académico con sus guiños a las obras de Marius Petipa más influidas por el espíritu español. Mauricio Wainrot no podría haber elegido con más acierto y justeza a los protagonistas del primer elenco. Comencemos por Carmen, que puso en manos de una bailarina extraordinaria como es Silvina Perillo, la que aporta a su rol toda la sensualidad, la seducción y el temperamento un poco caprichoso que lo caracterizan. El Destino fue confiado a la estupenda Karina Olmedo, que tiñe todo su accionar con un carácter oscuro y ominoso que sostiene de un extremo a otro. Y finalmente Micaela, que compone de una manera muy bella y sutil Maricel De Mitri. Esto en cuanto a roles los femeninos. En lo que respecta a Don José, la interpretación de Juan Pablo Ledo supera en mucho sus últimos trabajos. Ledo es un bailarín muy dotado técnicamente, pero que a veces incurre en cierta exterioridad, como si estuviera un poco pendiente de cómo se lo ve. Pues bien, su Don José fue sumamente convincente e incluso conmovedor. El torero Escamillo fue interpretado por Federico Fernández, muy buen bailarín también, pero que en la función de estreno se vio algo limitado, como si experimentara cierta indecisión entre sus acciones de torero y su atracción por Carmen. En el trío de protagonistas masculinos hay que mencionar a Vagram Ambartsoumian, como el vigoroso y decidido capitán Zúñiga. El director de orquesta Luis Gorelik tuvo la tarea de reunir y arreglar fragmentos de obras de Bizet, Turina y Albéniz, tarea difícil que tuvo sólo logros parciales. Salvo algunos pasajes líricos, las secuencias musicales no siempre se encontraron orgánicamente con las secuencias coreográficas. «

DANZA Amores turbulentos en danza de pasión Crítica. “Carmen” Muy buena puesta del Ballet del Colón, con coreografía de Mauricio Wairot. Se lució Silvina Perillo. 02.04.2012 | Por Laura Falcoff lfalcoff@clarin.com PODRIA INTERESARTE Danza ballet Teatro Colón Lidia Segni El Ballet del Teatro Colón, que dirige Lidia Segni, comenzó su temporada ante una sala colmada de público y con un título de estreno: Carmen , del coreógrafo argentino Mauricio Wainrot, director además de la otra compañía oficial porteña, el Ballet Contemporáneo del San Martín. Wainrot creó esta obra en 2007 para el Royal Ballet de Winnipeg, pero este montaje es sólo parcialmente similar a aquél: conservó muchos elementos tales como la escenografía, el vestuario y el guión, pero acortó la duración y cambió la música, y por lo tanto modificó también partes de la coreografía. Esta Carmen recupera el personaje de la célebre novela de Prosper Mérimée (1847) que tuvo una traducción aún más célebre a la ópera (1875), cuya música fue escrita por Georges Bizet. De la historia de esa pasional gitana muchos coreógrafos hicieron sus propias lecturas y Mauricio Wainrot no ha quedado ajeno a la fascinación que ejerce el personaje de Carmen con todas sus implicancias. Su guión sigue la historia de los amores turbulentos que agitan a los personajes de la novela: fundamentalmente la gitana Carmen, su enamorado, el militar Don José, y el torero Escamillo. Pero el coreógrafo suma otros dos: la inocente Micaela, novia de Don José -aunque este personaje sí fue agregado por los libretistas de la ópera para ofrecer un contraste vocal y de carácter con Carmen-, y el Destino, que va conduciendo, anticipando e interviniendo en los rumbos que toman estos personajes. La estructura de la obra alterna las situaciones íntimas con las escenas colectivas, con un muy interesante uso del espacio que se enmarca en la austera y pura escenografía de Carlos Gallardo, autor también del bello vestuario. Por otra parte, el coreógrafo utiliza un lenguaje neoclásico que incluso homenajea afectuosamente al ballet académico con sus guiños a las obras de Marius Petipa más influidas por el espíritu español. Mauricio Wainrot no podría haber elegido con más acierto y justeza a los protagonistas del primer elenco. Comencemos por Carmen, que puso en manos de una bailarina extraordinaria como es Silvina Perillo, la que aporta a su rol toda la sensualidad, la seducción y el temperamento un poco caprichoso que lo caracterizan. El Destino fue confiado a la estupenda Karina Olmedo, que tiñe todo su accionar con un carácter oscuro y ominoso que sostiene de un extremo a otro. Y finalmente Micaela, que compone de una manera muy bella y sutil Maricel De Mitri. Esto en cuanto a roles los femeninos. En lo que respecta a Don José, la interpretación de Juan Pablo Ledo supera en mucho sus últimos trabajos. Ledo es un bailarín muy dotado técnicamente, pero que a veces incurre en cierta exterioridad, como si estuviera un poco pendiente de cómo se lo ve. Pues bien, su Don José fue sumamente convincente e incluso conmovedor. El torero Escamillo fue interpretado por Federico Fernández, muy buen bailarín también, pero que en la función de estreno se vio algo limitado, como si experimentara cierta indecisión entre sus acciones de torero y su atracción por Carmen. En el trío de protagonistas masculinos hay que mencionar a Vagram Ambartsoumian, como el vigoroso y decidido capitán Zúñiga. El director de orquesta Luis Gorelik tuvo la tarea de reunir y arreglar fragmentos de obras de Bizet, Turina y Albéniz, tarea difícil que tuvo sólo logros parciales. Salvo algunos pasajes líricos, las secuencias musicales no siempre se encontraron orgánicamente con las secuencias coreográficas. «CLARIN

No hay comentarios:

Publicar un comentario