Danza / En el Teatro Coliseo Gala de ballet, de Rusia con amor

Danza / En el Teatro Coliseo Gala de ballet, de Rusia con amor Pasado mañana llegarán al Coliseo veinte primeros bailarines del Bolshoi y del Moscow Grand Ballet, para dar una clase de clásico Por Veronica Pages | LA NACION Comentá4 Don Quijote. El Grand Pas de esta obra será uno de los fragmentos que se presentarán en la gala. Foto: LA NACION / Damar Yusupov / Ballet rusoIrina Zyrianova es rubia, alta, delgada, y tiene un cuello y una postura que delatan su pasado (cercano) de bailarina clásica. Irina es rusa, pero conoce la Recoleta como la palma de su mano. Es que hace tres años que vive en Buenos Aires -donde llegó por el trabajo de su marido- y se empeñó en conocer su barrio primero, la ciudad luego y el idioma después. Lo que sí pudo emprender con cierta facilidad y soltura fue le vínculo con el tango, danza que la atrajo al minuto cero de llegar. Tan es así que sus primeras letras en producción de espectáculos fue llevando al State Theatre de Pretoria, en Sudáfrica, el espectáculo Pasión del tango argentino . El éxito de las trece funciones que programó en su momento fue lo que ahora la animó a traer a Buenos Aires a cuarenta bailarines -veinte de ellos primeras figuras- del Bolshoi y del Moscow Grand Ballet para darle cuerpo a la gala Estrellas del ballet ruso que pasado mañana subirá al escenario del Coliseo. Pero la historia comienza varios años atrás en la fría Rusia. Irina Zyrianova fue primera bailarina del St. Petersburg Ballet, de Boris Eifman, y también del Teatro Mikhailovsky. Todo empezó con la audición que dio a los 8 años, junto a su hermana, para entrar en la Escuela de Danza de San Petersburgo, de donde se egresa como bailarín profesional. Hasta allí su única formación formal estaba vinculada a la gimnasia artística, lo demás eran las ganas locas que tenía de bailar todo el día. Pasó la audición y el desborde de la danza juego que hacía en su casa se ordenó y se perfiló hacia un estudio estricto y meticuloso de la técnica y la interpretación, hacia lo que se conoce como "escuela rusa". Su gusto por el ballet y su talento natural la llevaron a convertirse en primera bailarina, puesto que le permitió bailar sus roles soñados: Giselle, El Cisne, La Bayadera. Fueron años de durísimo trabajo. Llegó a ser reconocida por el ex presidente Boris Yeltsin como Artista de Honor, gracias a su contribución en la promoción del Ballet Ruso en el mundo. Lantratov es Don Quijote. En Rusia, los cuerpos de ballet de casi todos los teatros tienen prácticamente funciones todos los días y se alternan los elencos para actuar en el teatro o para salir de gira. Muchas de ellas son privadas, contratos por fuera del teatro que llevan a los bailarines a otros escenarios. Fue en uno de esos viajes que Irina recibió la oferta de convertirse en bailarina invitada ( guest dancer ) del teatro estatal de Pretoria, en Sudáfrica. La oportunidad tenía sabor a aventura y aceptó. Allí continuó bailando y fue allí también donde conoció a su marido, el mismo que la trajo a vivir esta nueva aventura porteña a la que ella intenta imprimirle un color personal. Fue así que, conociendo el paño bien desde adentro, se atrevió a armar esta gala a través de la cual traerá a Buenos Aires dos compañías de prestigio que ofrecerán fragmentos de obras como La bayadera ("The shadows"), Don Quijote (Grand Pas), El cascanueces , El corsario y Espartaco (Adagio). Mikhail Lobukhin. Entre las figuras que se presentarán están Elena Andrienko, Pavel Dmitrichenko, Vladislav Lantratov (nominado este año para el premio Benois de la Dance), Mikhail Lobukhin, Denis Medvedev, Anna Nikulina, Evgenia Obraztsova, Pronin Rouslan, Alexander Volchkov y Anzhelina Vorontsova. "Son todos una maravilla de bailarines. Eso es lo que tiene la «escuela rusa», genera bailarines impecables, sin tacha. Y la programación la armamos en base a sus gustos, a sus roles preferidos. Lo que nos asegura que vamos a vivir una experiencia de excelencia", dice Irina entusiasmada. -¿Qué es lo que te entusiasma de Buenos Aires? -Todo, la vida acá es excelente. Ustedes tienen el país más hermoso, no me canso de decirlo. Estos han sido tres años maravillosos. -¿No extrañas tu país? -No, me fui hace ya quince años de San Petersburgo y no extraño tanto el lugar. -¿Y qué extrañas, entonces? -Extraño mucho bailar. Pero el ballet es un arte de jóvenes y así debe ser. Por eso me bajé del escenario, pero sigo cerca con estas producciones; es que amo el ballet clásico y no podía alejarme completamente. PARA AGENDAR Estrellas del ballet ruso: en el teatro Coliseo, Marcelo T. de Alvear 1125. Sábado, domingo, martes, miércoles y jueves, a las 20.30. Desde